Acompañamos a Zainuco y repudiamos el accionar policial en la provincia de Neuquén

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Desde el GESPyDH repudiamos el accionar del Servicio Penitenciario de Neuquén contra compañeras de Zainuco, luchadoras por la defensa de los derechos humanos de las personas detenidas y contra el traslado de personas detenidas como represalia.

Acompañamos todas los las acciones de lucha y denuncia de Zainuco.

COMUNICADO DE PRENSA
ZAINUCO ANTE LOS ATROPELLOS POLICIALES

En la tarde de ayer, la abogada Blanca López y la periodista Ana Maldonado, ambas integrantes de Zainuco, fueron privadas ilegítimamente de su libertad al prohibirle el personal penitenciario su egreso de la Unidad 11, luego de que realizaran una visita a presos que habían requerido su presencia.
Al finalizar la visita, les informaron que debían firmar un acta de sanción por incumplimiento de las normativas (en una maniobra totalmente armada por la policía), acusándolas falsamente de haber entregado al preso Ramón Mansilla un elemento que identificaron como un “pedazo de sierra”. Objeto que, según la guardia, se le encontró al interno en la requisa previa al reingreso al pabellón.
Tardaron más de media hora en elaborar el acta e imprimirla, tiempo durante el cual les cerraron las puertas impidiéndoles la salida de la Unidad. Ante el pedido de identificación (ya que ninguno llevaba la identificación correspondiente), los policías de guardia respondían entre burlas y sarcasmos: “yo no tengo nombre” y “no tenemos apellido”.
Nuevamente la impunidad con que se manifiesta la policía, da cuenta de que las cárceles son tierra de nadie donde los mayores perjudicados son los presos, como es el caso de Ramón Mansilla víctima de la causa por torturas en el 2004 contra 27 policías y compañero de Cristian Ibazeta asesinado en la U11 el 21 de Mayo del 2012; quién hoy, está sufriendo esta acción a modo de “advertencia”.
En este sentido, denunciamos la falta de garantías por parte del Poder Judicial ante el ensañamiento de la policía con los presos que se atreven a denunciar las situaciones de violencia y despojo en las que se encuentran.
Por último, desde Zainuco, sentimos el atropello constante a nuestro justo reclamo como organización de Derechos Humanos, al ingreso legal e irrestricto a los pabellones de las cárceles que nos tienen vedado desde hace más de diez años.

 

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